Hoy definitivamente se ha cerrado la puerta que estaba entreabierta, ''la puerta'', porque ya no es nuestra, cuando una puerta se cierra... cuando ya no hay nadie al otro lado de ella... ya no es de nadie, simplemente no hay puerta.
Hoy definitivamente nuestros caminos no se bifurcan, sino que pasan a ser paralelos, de ese paralelo con doble linea continua que no te permite volver al otro lado, o más bien, de ese paralelo separado por una mediana de durisimo cemento, ya sí, imposible de atravesar.
Hoy definitivamente, y por tercera vez, he sido yo la que ponía fin a lo nuestro, un fin que me duele en el alma por que esta vez ambos sabemos que es irreversible, un fin que es definitivo.
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