Eres un recuerdo que se asoma cuando cree ser olvidado y desaparece cuando me acerco. Me he intentado convencer una y mil veces de que no eres para mí, pero cuando tu recuerdo se asoma demasiado me hace dudar, hace que tenga a flor de piel ese deseo irremediablemente-incontrolable de tenerte junto a mí, y es justo ahí cuando me doy cuenta de que sigo subida en el dichoso vaivén, te vuelves a alejar, parece que he bajado, pero no, vuelve, sigue ese maldito balanceo irrumpiendo una tras otra mi vida.
De una manera u otra, frenemoslo.

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